Los sistemas de iluminación del coche son una parte de gran importancia en todo vehículo dado que gracias a ellos conseguimos mayor visibilidad así como el que los demás automóviles tengan más fácil visualizarnos en determinadas ocasiones. Al igual que otros elementos tecnológicos las luces han ido evolucionando y se han ido perfeccionando y variando sus características.
INCANDESCENTES: esta modalidad de bombillas, son las más antiguas ya que se utilizan desde hace más de 130 años. El funcionamiento de estas luces es muy sencillo, hacen pasar la corriente eléctrica por un filamento encerrado en un pequeño vidrio que hace de resistencia y produce luz. Cada vez se utilizan menos ya que surgen otros sistemas de iluminación del coche que consumen menos y duran más.
HALÓGENAS: Desde hace unos 30 años son utilizadas estas bombillas que funcionan de forma similar a las incandescentes pero que además se componen de un gas halógeno que hace más larga su vida útil, así como consiguen una luz más clara aunque produciendo el mismo consumo.
XENÓN: Están formadas por un plasma que contiene mercurio a alta presión y dos electrodos de tungsteno entre los que debe pasar un arco eléctrico para que se encienda la luz mediante un impulso de alta tensión. El resultado de esta luz es mucho más blanca, dura más horas pero es más costosa. Comenzó utilizándose solo para las luces de cruce pero ya se han ido extendiendo y muchos coches también las llevan en sus luces de carretera (o largas).
LED: Los diodos de luz (LED) son lo último en iluminación, actualmente muchos vehículos comienzan a salir de fábrica con este tipo de faros. Los LED se componen por material semiconductor en un pequeño plástico y al conseguir pasar la corriente eléctrica por él se convierte en un emisor de luz. No solo se diferencian de los faros xenón o analógicos por el proceso de conversión de la energía en luz, sino que también son más duraderos, consumen menos y también ocupan un espacio menor. Además, la llamada tecnología Matrix LED permite ir un paso más allá y conseguir el no deslumbramiento a otros vehículos. Se está volviendo cada vez más habitual ver este tipo de bombillas para las luces de freno, de dirección o de posición trasera.
LÁSER: Lo último en iluminación es la luz láser, pero el proceso de generación de luz es mucho más complejo ya que dentro del faro deberá incluirse un sistema de espejos y diodos que permitirán que se produzca este tipo de luz. Por el momento son muy pocos los fabricantes que han incluida esta tecnología es sus automóviles.
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