Consejos para alargar la vida de tu coche
Dado este papel relevante que cumple, es imprescindible mantenerla en perfecto estado. Evitar exponer el vehículo a la erosión que producen los rayos solares, retirar los restos de excrementos de aves e insectos muertos, controlar la humedad… son algunas de las medidas básicas para impedir que la pintura se deteriore.
Aplicar una capa de cera en cada cambio de estación es un buen truco para conservar el revestimiento exterior del coche. Asimismo, puede utilizarse un protector especial de pintura en la zona frontal para minimizar los daños producidos por las pequeñas piedras que se encuentran en las carreteras. Mantener limpio el vehículo no es sólo una cuestión estética. Es muy importante eliminar la grasa y la suciedad que se acumulan, puesto que, con el paso del tiempo, pueden llegar a producir corrosión.
Unas partes del coche a las que hay que prestar especial atención son los elementos plásticos. Las juntas de goma de las puertas o el salpicadero, por ejemplo, pueden dañarse por la radiación solar. Para proteger estas zonas, existen productos específicos elaborados con ceras. Los neumáticos son componentes que se desgastan mucho con el uso del vehículo. Para que se mantengan más tiempo en condiciones óptimas, es vital comprobar que tienen la presión correcta.
El Reglamento General de Circulación prohíbe que un coche circule si el dibujo de sus neumáticos tiene menos de 1,6 milímetros de profundidad. Además, con la presión adecuada, el coche ahorrará combustible. El nivel de aceite es otro aspecto que hay que cuidar. Como expertos en recambios, recomendamos revisar la cantidad de lubricante para evitar que se generen daños en el motor. Examinar este nivel una vez al mes o antes de realizar un viaje largo es altamente aconsejable.